EL MISTICISMO EN LA DISTANCIA
«Dicen que la distancia es el olvido… pero yo no concibo esa razón»… rezaba la canción. Y sabe el Escudo que es verdad. Por suerte, en mi vida he tenido que vivir separado de mi pasión, pero cuentan los que han sufrido la distancia que el amor al Escudo aumenta mientras más lejos te encuentras de Él. La distancia te convierte en un auténtico anacoreta en el Escudo. La distancia te hace meditar sobre todos los misterios y todas los principios de nuestra fe blanquirroja llegando a alcanzar un místicismo tal, que sería imposible conseguir incluso viviendo bajo el mismísimo mural del Ramón Sánchez Pizjuán.
Mientras más lejos más cerca estás. La distancia produce en muchas ocasiones el cambio de amigos, incluso el cambio de pareja; pero la distancia en este caso es el mayor exponente de la fidelidad. Nada puede ocupar la parcela que en nuestro corazón tiene el Escudo. Es insustituible. Jamás se busca un sustituto al Escudo. La distancia es el mejor camino para alcanzar la fidelidad y el amor pleno a unos colores, a un sentimiento. Nuestro singular Jesús Alvarado lo demuestra cada semana en el programa más místico de la radio oficial del club «Sevillistas por el mundo». Donde semana tras semana escuchamos vivos testimonios de fe que te hacen aflorar un sentimiento de solidaridad, empatía y compasión hacía el entrevistado, y que concluyes con un pensamiento de grandeza y satisfacción y con un agradecimiento: «¡Qué grande es el sevillismo y que suerte la mía de vivir tan cerca de Él!».
En esta situación se encuentra nuestro hermano La Vega Rojiblanca, el más místicos de todos, que por mor de cuestiones laborales tuvo que trasladar su sevillismo a la Rioja. Y allí que se fue él con poco equipaje pero con su bandera centenaria, sus camisetas del Sevilla y el himno del Arrebato como únicas herramientas para evangelizar las tierras del vino rojo. Y sabe el Escudo que lo está consiguiendo. No hay día que no dedique un rato de su tiempo a meditar y recordar lo vivido, lo sufrido, las alegrías, que no se acuerde de sus hermanos místicos. Un mensaje en este blog, un sms, una llamada al móvil, algo que lo mantenga directamente conectado con su pasión. Incluso llegando a arriesgar su propia vida subido en lo alto del repetidor de telefonía móvil a ver si coge algo de cobertura (cambia de compañía ya, mi «arma»… 😀 ). Acercándose en solitario a ver a su Sevilla como ya ha hecho a Santander y como hará a Pamplona, Zaragoza o Soria. ¡Ay!… ese último partido en Soria lo que nos puede deparar. Allí estaremos todos tus místicos para cantar y derrochar sevillismo y sevillanía, con o sin liga.
Mientras tanto, querido hermano, tan solo puedo decirte que siento envidia de tí, siento celos. Tan lejos y eres el que más cerca estás de ese Escudo que nos ilumina la vida. Por ello y por tí… ALZO MI COPA Y BRINDO: !!!A LA SALUD DE MI SEVILLA FÚTBOL CLUB!!!
Un abrazo.
El guardián.
P.D. Aprovecho la ocasión para decirle a Jesús que no pierda la oportunidad de entrevistar a un sevillista de «los güenos», aunque ya se lo diré personalmente y le daré los datos de contacto del hermano La vega.